Balneario de Carballo
Balneario
Conforme al testimonio de algunos historiadores, las aguas del Balneario de Carballo ya fueron conocidas y utilizadas por los romanos.
En 1716 vecinos del lugar hacen las primeras excavaciones y hallan una pila de piedra de las antiguas caldas y el manantial. Poco después se iniciaron las obras para su aprovechamiento médico.
Según una descripción de 1764, las aguas medicinales eran utilizadas en una especie de pozos donde se metían varios bañistas. Había unos pequeños edifi cios para los agüistas, otro para militares y un asilo para pobres.
En 1817 fueron puestas bajo dirección facultativa. Después de otra época de abandono, los manantiales fueron adquiridos por el conde de Torre Penela, quien puso en funcionamiento un sencillo balneario desde 1851 hasta fi nales de siglo.
En 1930 decía Eugenio Carré Aldao en su Geografía General del Reino de Galicia, Provincia de A Coruña, que el excelente y acreditado establecimiento de baños estaba muy concurrido y tenía fonda y capilla.
En la actualidad el complejo cuenta con una zona destinada a balneario y otra a instalaciones hoteleras.
Hotel
En pleno casco urbano, el Balneario de Carballo, de dos estrellas, cuenta con un total de 60 habitaciones, de las cuales 54 son dobles (2 adaptadas para minusválidos) y 6 individuales.
Todas ellas se comunican sin ningún tipo de barrera arquitectónica con las instalaciones termales mediante pasillos y ascensores sin salir al exterior. Están completamente equipadas con cuarto de baño, calefacción, televisión de plasma y teléfono directo al exterior.
El hotel tiene cafetería y restaurante donde prima la cocina autóctona. Ofrece además amplios salones disponibles como lugar de encuentro, área de lectura o zona de juegos de mesa.