Balneario de Lobios
Balneario
Las primeras referencias sobre la utilización de las aguas termales de Riocaldo datan de la época romana. Se han encontrado restos de una villa romana, muy próxima a esta zona de baños, denominada Aquis Originis.
En 1513, Ambrosio Morales visita Galicia por mandato del Rey Felipe II y describe los baños como “un lugar pequeño llamado Riocaldo, que parece que toma el nombre de muchos baños que tienen en su ribera”.
Después de la Desamortización de Mendizábal, los vecinos de Riocaldo adquieren la propiedad de los baños y, a principios del siglo XX, Vicente Risco narra cómo aprovechaban esta agua por medio de casetas instaladas en el margen del río.
En 1962 Don Manuel Yáñez, vecino de Lobios, consiguió la propiedad del terreno donde surgía el manantial y organizó una serie de piscinas abiertas que en pocos años fueron clausuradas por el mal estado de las mismas.
En los años 90, la Fundación San Rosendo empieza a realizar el estudio de acondicionamiento y el expediente de aprovechamiento de las aguas minerales, que concluye con la construcción de un hotel balneario a principios de este siglo.
Hotel
El hotel tiene categoría de 3 estrellas y el restaurante de 2 tenedores. El hotel cuenta con 85 habitaciones dobles, que se pueden adecuar a uso individual.
Dispone de 6 suites, 6 más amplias con salón y cuatro adaptadas para minusválidos. Las habitaciones están equipadas con baño completo, secador de pelo, amenities, minibar, televisión, teléfono, hilo musical, caja fuerte, calefacción y aire acondicionado.
Tiene bar inglés y 4 salones, con la posibilidad de unirse varios para conseguir mayor capacidad, llegando a albergar un máximo de 710 personas.
Cada uno de ellos tiene capacidad específica dependiendo del montaje deseado y hay luz natural en todas las salas. Se ofrece cañón de proyección y pantalla, proyector de transparencias, proyector de diapositivas, papelógrafo, pizarra y microfonía.